Las reservas bancarias y sus tipos
Los tres tipos de reservas bancarias y su clasificación
Las reservas bancarias son apuntes contables de los bancos centrales, algo así como deudas perpetua que los bancos centrales contraen con los bancos comerciales cuando las crean. Las importancia y abundancia de las reservas bancarias ha aumentado tras los grandes programas de compra de activos (Quantitative Easing) por parte de los Bancos Centrales desde la Global Financial Crisis de 2008.
En este artículo se clasificarán las reservas bancarias en tres tipos: reservas requeridas, exceso de reservas y reservas indeseadas.
Reservas requeridas
Llamaremos reservas requeridas a todas aquellas reservas bancarias que se mantengan en el balance de los bancos comerciales por motivos regulatorios. Actualmente, estos motivos puede deberse a dos regulaciones: Coeficiente de reservas o Basilea III.
Coeficiente de reserva
El Banco Central determina el coeficiente de reserva o coeficiente de caja que debe mantener cada banco comercial que está establecido en la zona monetaria de actuación del Banco Central. Este coeficiente se aplica como un porcentaje sobre ciertas partidas del pasivo (denominadas base de reservas) de las entidades depositarias para determinar la cantidad de las reservas mínimas obligatorias.
Desde el inicio de las políticas monetarias no convencionales, los grandes bancos centrales (como la Reserva Federal o el Banco Central Europeo) transitaron de un régimen de escasez de reservas a un régimen de abundancia de reservas provocando la inutilidad del coeficiente de reserva. Esto se demuestra con el cambio del coeficiente de reserva, del 10% al 0% en marzo de 2020 en el caso de la Reserva Federal y del 2% al 1% en febrero de 2012 en el caso del Banco Central Europeo.
Hablé sobre el cambio de régimen de escasez de reservas a régimen de abundancia de reservas en mi conferencia en el Instituto Juan de Mariana.
Basilea III
Uno de los muchos ratios que introduce Basilea III es el Liquidity Coverage Ratio o LCR. El LCR obliga al banco a mantener una cantidad de activos líquidos de alta calidad (High-Quality Liquid Assets o HQLA) que puedan convertirse en efectivo de manera inmediata para satisfacer las necesidades de liquidez en un escenario de tensión de liquidez.
Este HQLA está formado por varias clases de activos que Basilea III considera suficientemente líquidas. Uno de estos activos son las reservas bancarias. Además, las reservas bancarias son de los pocos activos líquidos que pueden conformar el 100% de la cantidad requerida de HQLAs y se contabilizan al 100% de su valor nominal. Esto, junto a la gran cantidad de reservas actualmente existentes, las hace un activo muy deseado por parte del sector bancario para cumplir con esta regulación.
Todo esto conlleva la necesidad de una cantidad mínima de reservas que los bancos comerciales deben tener en balance llamada Lowest Comforable Level of Reserves o LCLoR. El LCLoR es la cantidad de reservas que los bancos deben mantener para cubrir sus necesidades de liquidez intradía por motivos externos (reglamentarios) o internos (gestión del riesgo de liquidez). El LCLoR sería el equivalente práctico del coeficiente de reserva.
Exceso de reservas
Llamaremos exceso de reservas o reservas excesivas a todas las demás reservas que el sector bancario mantenga en balance y que no formen parte de las reservas requeridas.
Estas reservas son las que los bancos comerciales tienen libre disposición para poder comprar, vender o intercambiar de forma oportunista. Por ejemplo, compra-venta de todo tipo de activos financieros como deuda soberana, hipotecas o MBS (Mortage-Backed Securities), incluso repos de estos activos o swaps de divisas de bancos centrales extranjeros. El exceso de reservas fluye allí donde los diferenciales con respecto a la facilidad de depósito del Banco Central son mayores.
Reservas no deseadas
Llamaremos reservas no deseadas a todas las reservas aparcadas en la facilidad de repo inverso (Overnight Reverse Repo facility o ON RRP). El ON RRP es una instalación o facilidad que el Banco Central puede crear para imponer un suelo de interés a otros activos financieros de carácter monetario.
En el caso de la Reserva Federal (ya que el BCE no tiene implementado aún ningún mecanismo similar) a esta facilidad pueden acudir bancos comerciales, Primary Dealers, GSEs (Goverment-Sponsored Enterprise) y fondos del mercado monetario (Money Market Fund o MMF). Cualquiera de estos cuatro participantes puede acudir a la Reserva Federal, realizar un repo inverso (prestar dinero a cambio de un colateral) con ella y recibir un interés. Los bancos comerciales y GSEs intercambiarían reservas bancarias ya que tienen cuenta en el Banco Central mientras que los Primary Dealers y MMFs usarían sus depósitos.
Obviamente la Fed no acepta depósitos como pago sino que sólo acepta reservas. Los Primary Dealers y MMFs a través de sus bancos intercambian sus depósitos por ON RRP drenando las reservas bancarias de su banco comercial.
La manera que tienen los bancos comerciales de desincentivar esta pérdida de reservas bancarias es remunerando los depósitos de estos clientes lo suficiente como para que dejen de estar interesados a acudir a esta facilidad. Por esto clasifico a la cantidad aparcada en el ON RRP como reservas no deseadas ya que son reservas que han sido drenadas de los bancos comerciales porque en su momento no han sido deseadas lo suficiente como para importarles deshacerse de ellas.
Quien esté interesado en saber cómo el volumen de ON RRP se distribuye en los tipos de participantes, puede verlo en el siguiente tweet.
Conclusión
Aunque las reservas bancarias sean homogéneas, las diferentes regulaciones o políticas monetarias inducen dinámicas en las cantidades y usos de ellas por parte de los bancos comerciales. Por ello hemos podido clasificar las reservas en tres tipos diferentes: requeridas, excesivas e indeseadas.
En el siguiente gráfico se puede ver la evolución de estos tres tipos a lo largo del tiempo. Las reservas requeridas aquí son una estimación del LCLoR.
¡Muy buen resumen, Jon!
1/ La instalación ON RPP es ciertamente el producto no deseado de las QEs, los requisitos de Basilea III y los costes económicos (no regulatorios) en los que incurre en banco cuando amplía su balance.
2/ Por otro lado, mencionaste en una conversación reciente con Dani y Juan Ramón que la elevación del techo de la deuda pública de EEUU podría provocar un repocalipsis. Pero la instalación ON RPP estaba vacía cuando ocurrió esta crisis, por lo que ahora se podría drenar liquidez sin que el sistema bancario tuviese que soportar completamente la pérdida de reservas. Además, creo que la crisis del 2019 no se debió exclusivamente a la escasez de reservas ya que bastantes agentes financieros tenían liquidez suficiente como para haber prestado en el mercado repo. Sin embargo, la crisis del 2008 estaba todavía muy reciente y no decidieron prestar por motivos prudenciales. No les culpo. Si el tipo de interés del mercado aumenta de un día para otro del 2% al 10%, ¿estamos hablando realmente de una oportunidad o de un riesgo enorme?
3/ Christopher Waller, el ínclito gobernador de la Fed, ha comentado que las reservas bancarias y las reservas no deseadas (ON RPP) son bienes fungibles: si un banco comercial aumenta los tipos de interés de sus depósitos rápidamente habrá un trasvase desde ON RPP a las reservas bancarias. Personalmente, no estoy del todo de acuerdo. Yo creo que la razón principal para utilizar ON RPP no es su mayor rendimiento, sino su bajísimo riesgo de crédito y duración frente a los depósitos bancarios. De hecho, su volumen no ha variado mucho durante el último año y solo ha aumentado con la crisis bancaria de los últimas semanas. ¿Cómo lo ves?