La diferencia entre base monetaria y oferta monetaria
Qué es la base monetaria y la oferta monetaria y qué diferencias tienen.
Un error habitual cometido por ciertas personas a la hora de hablar de las causas de la inflación es relacionarla con el aumento del balance del banco central correspondiente, base monetaria, e ignorar qué ha ocurrido con la oferta monetaria. A continuación mostraré por qué el aumento de la base monetaria no implica un aumento proporcional de la oferta monetaria.
En todo país en el que exista un Banco Central se puede hablar de su balance y, por ende, de la base monetaria. De manera general, la definición de base monetaria es prácticamente homogénea a lo largo de todos los Bancos Centrales. Sin embargo, esto no ocurre con las definiciones de oferta monetaria. Los agregados monetarios se nombran con una “M” seguido de un número y, a mayor número significará que se está incluyendo activos cada vez menos líquidos (menos convertibles en efectivo de manera inmediata).
Así, mientras que en el Bank of England de Reino Unido recoge y publica estadísticas de hasta M4, la Federal Reserve de Estados Unidos sólo llega hasta M2, aunque las definiciones exactas de cada “M” pueden no ser perfectamente iguales en cada región. En el caso del Banco Central Europeo, se publica hasta la M3.
En adelante, me centraré en ejemplificar el caso de la Reserva Federal por comodidad aunque sin pérdida de generalidad para el caso del resto de Bancos Centrales.
Los agregados monetarios: Definiciones
Base monetaria es la suma del efectivo en circulación y los saldos de reserva (depósitos de los bancos y otras instituciones de depósito en sus cuentas de la Reserva Federal).
M1: es la suma del efectivo en manos del público y de los depósitos para transacciones en instituciones de depósito (que son instituciones financieras que obtienen sus fondos principalmente a través de depósitos del público, como los bancos comerciales, las asociaciones de ahorro y préstamo, las cajas de ahorro y las cooperativas de crédito).
M2 es la suma de M1 más los depósitos de ahorro, los depósitos a plazo de pequeña denominación (los emitidos en cantidades inferiores a 100.000 dólares) y las participaciones en fondos de inversión del mercado monetario minorista.
Estas definiciones han sido obtenidas de la web de la Reserva Federal.
Como se puede observar, el único componente que tienen en común la base monetaria y la oferta monetaria es el dinero en efectivo (con algunos matices), esto es, billetes impresos y monedas acuñadas. El resto de componentes son completamente diferentes. Mientras que las reservas bancarias (componente de la base monetaria) son dinero público y se crean a conveniencia de lo que dicte el Banco Central correspondiente, los depósitos¡ a la vista como los depósitos a plazo y otros activos líquidos (componentes de la oferta monetaria) son dinero privado y se crean según la demanda de estos por parte del público y el mercado.
Así, como se puede observar en el siguiente gráfico, la tendencia de oferta monetaria se ha mantenido estable a lo largo del tiempo mientras que la base monetaria se expandió enormemente a consecuencia de la Gran Recesión de 2008. Esto fue debido al programa de política monetaria conocido como Quantitative Easing (QE), en castellano, expansión cuantitativa o flexibilización cuantitativa.
Esto se puede observar mejor si en vez de fijarnos en las cantidades nominales observamos el índice fijando los agregados monetarios a 100 para una determinada fecha. Mientras que la base monetaria se ha multiplicado por casi 6 desde finales de 1999 hasta inicios de 2020, la oferta monetaria sólo se ha multiplicado por algo más de 3.
Otra manera de apreciar esto mismo es con el multiplicador monetario. Este indicador ese construye como la división de la oferta monetaria (en este gráfico, M1) entre la base monetaria, k = OM / BM. Hasta 2008 se puede decir que el multiplicador monetario se mantiene más o menos estable.
Sin embargo, tras el QE el multiplicador monetario se desploma habida cuenta de la enorme cantidad de reservas emitidas por el Banco Central para comprar toda clase de activos de los balances de los bancos comerciales.
Las reservas bancarias
Los bancos comerciales pueden tener en su balance dos tipos de reservas:
Reservas requeridas: Son aquellas que las instituciones de depósito están obligadas a mantener en el balance. Es un porcentaje de la cantidad de depósitos en estas instituciones. Ese porcentaje es lo que se conoce como coeficiente de reserva o coeficiente de caja y está determinado por la Regulación D de la Junta de la Reserva Federal en el caso de USA.
Exceso de reservas: Son aquellas que poseen las instituciones de depósito por encima del mínimo legal exigido (reservas requeridas).
Las reservas creadas por el QE entraron a formar parte del exceso de reservas (que hasta entonces su cantidad había sido ínfima) y no de reservas requeridas. ¿Por qué este tipo de reservas se contabilizan como exceso de reservas? Porque el aumento de reservas no fue consecuencia de un aumento de depósitos (parte de la oferta monetaria) si no por la política monetaria del Banco Central.
Insisto, el tamaño del balance del Banco Central del que forman parte la cantidad de reservas es una decisión política, no económica. La oferta monetaria sí está determinada por el mercado ya que los creadores de depósitos son los bancos comerciales.
Espero haberme explicado claro y que el lector entienda que el tamaño del balance del Banco Central no implica per se un aumento ni de la oferta monetaria ni de la inflación.
Excelente resumen. ¿Pero cuáles son las causas precisas del espectacular incremento de la M2 en los dos últimos años? Especulo con las siguientes:
-Aumento de los préstamos a familias y empresas para sostener sus rentas y negocios durante la pandemia (muchos de estos préstamos los avaló el Estado).
-Las familias y empresas redujeron sus gastos no esenciales e invirtieron en depósitos con motivos precaucionarios. Ahora bien, si las personas estaban trabajando y atesoraron más de lo habitual, el desatesoramiento posterior solo generaría prima facie una inflación compensatoria de la deflación previa, a no ser que las familias y empresas empezasen a adquirir especialmente bienes y servicios de sectores que no se hayan reactivado plenamente por la pandemia.
-Aumento de las nóminas públicas, las prestaciones por desempleo y los cheques estatales directos (incremento del déficit público).
-Con la inflación ya disparada, los préstamos a familias y empresas han aumentado debido a la caída de los tipos de interés reales y de las mayores oportunidades de inversión por el efecto multiplicador del gasto público y los cambios en las preferencias de los agentes. En parte tenían razón los keynesianos cuando decían allá por el 2016 que era la hora de la política fiscal para mejorar la rentabilidad de las inversiones.
¿Pero qué ha pasado con la demanda de dinero? Como el aumento de la oferta de crédito sustitutiva del dinero (M2) puede quedar inmovilizada sin perseguir bienes y servicios, la inflación dependerá en buena medida del momento en que se reabre la economía y de la sensibilidad de las causas anteriores al desatesoramiento. Por ejemplo, no parece probable que un empresario pida prestado para atesorar dinero (lo utilizará para pagar las nóminas de sus empleados o sus proveedores); ni tampoco que una persona de clase media-baja atesore durante mucho tiempo una prestación del gobierno.
Buenísimo articulo jeje, muy bien explicado todo, y totalmente cierto, no puedo añadir nada mas