Los bonos catástrofe o CAT bonds
Un seguro financiero para cubrirse ante catástrofes naturales
A continuación explicaré brevemente lo que son los bonos catástrofe, cómo funcionan y por que son útiles para las aseguradoras para hacer frente ante posibles catástrofes naturales como huracanes, lluvias, incendios, terremotos, tifones, erupciones volcánicas, pero también desastres como vertidos de petróleo, desastres nucleares, hasta epidemias o pandemias.
¿Cuando se crean los bonos catástrofe y por qué?
El 24 de agosto de 1992 uno de los huracanes más destructivos de Estados Unidos, el Huracán Andrew, golpea Florida. Los daños economicos ascendieron a 26.000 millones de dólares, llevando a la quiebra a 8 compañias de seguros. Por ello se consideró a Andrew como el huracán mas costoso de la historia de Estados Unidos. A consecuencia de ello, las aseguradoras comenzaron a tomar medidas extraordinarias para garantizarse en todo momento los fondos necesarios para cubrirse de catástrofes futuras.
Una de las soluciones que la industria aseguradora creó y adoptó, en colaboración con los mercados de capitales y la banca de inversión, fue un nuevo instrumento financiero: los llamados bonos catástrofe o CAT Bonds. Los bonos catástrofe son utilizados por compañías aseguradoras y reaseguradoras para transferir el riesgo a los inversores. El primer bono catástrofe de la historia fue emitido por la compañía United Service Automobile Association (USAA) en 1997.
¿Qué asegura un bono catástrofe?
Esta emision de bonos cubrió el riesgo de una catástrofe natural definida como “daños a clientes de United Service Automobile Association (USAA) en la Costa Este de Estados Unidos y en el Golfo de México como consecuencia de la ocurrencia de un huracán durante el período comprendido entre junio de 1997 y junio de 1998, clasificado como tormenta de categoría 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson, en los estados cubiertos por el contrato y cuyas pérdidas superan los mil millones de dólares”
En este caso, si durante la vida del bono no ocurría un evento como el descrito anteriormente, la compañía de seguros pagaría un cupón a los inversionistas además de reembolsar el principal al inversor al vencimiento. Si, por otro lado, el evento ocurría, los inversores podían perder todo o parte de su principal, ya que el dinero se destinaría a paliar los daños causados por el huracán. En definitiva, si no se produce la catástrofe cubierta por el bono, los inversores obtienen un interés de su inversión, en caso de que suceda, el dinero de los inversores sirve para cubrir los enormes gastos que pueden soportar las aseguradoras en estos eventos de gran magnitud.
¿Cómo funciona los CAT bonds?
Las entidades emisoras de los bonos catástrofe utilizan una empresa intermediaria para el pago de las primas y el cobro del principal de sus inversores. Esta intermediaria es una SPV (Special Purpose Vehicle o vehículo de propósito especial), una empresa subsidiaria creada por una empresa matriz, en este caso, la propia compañía aseguradora. Legalmente se crea como una empresa separada, independiente y con su propio balance, con el objetivo de aislarse del riesgo financiero de la matriz. De esta manera, esta empresa separada consiguen que sus obligaciones sean seguran incluso en el caso de que la matriz se declarase en quiebra. Por este motivo, a veces las SPV se denominan a veces entidades de quiebra remota.
Volviendo al tema principal de este artículo, los inversores interesados en estos bonos adquieren las emisiones pagando el principal del bono a la SPV. El dinero recibido por la venta de los bonos se invierte en valores líquidos y seguros (como por ejemplo Letras o Bonos del Tesoro). Los cupones pagados a los inversores se financiarán a través de una prima, que la compañía emisora paga a la SPV periódicamente a través de los rendimientos provenientes de las inversiones en Letras del Tesoro, etc.
Así, parte o la totalidad del riesgo asumido por la compañía aseguradora emisora del activo asociado a posibles catástrofes se transfiere a los inversores utilizando a la SPV como intermediaria.
¿Qué ocurre si se produce la catástrofe?
El evento desencadenante se conoce como triggering event y en caso de producirse antes del vencimiento del bono, los inversores pueden perder parte o la totalidad del principal y dicho dinero se utiliza para cubrir las indemnizaciones del emisor.
El vencimiento de estos bonos suele moverse entre uno y cinco años aunque lo más habitual son tres años. Los cupones se suelen pagar trimestralmente.
Los CAT bonds o bonos catástrofe pueden ser clasificados en tres categorías diferentes según el tipo de evento desencadenante o trigger, es decir, la condición bajo el cual el activo comienza a experimentar pérdidas:
Disparador de indemnización o Indemnity trigger: los pagos del bono dependen de si el valor de los daños producidos por la potencial catástrofe exceda o no una cantidad predeterminada.
Disparador del sector o Industry loss trigger: los pagos del bono dependen de las pérdidas totales registradas por la industria aseguradora, derivadas por una determinada catástrofe.
Disparador paramétrico o Parametric index trigger: los pagos del bono dependen de una magnitud específica de la catástrofe como, por ejemplo, la magnitud de un terremoto o la fuerza del viento de un huracán.
Un par de ejemplos extremos
Bono pandemia: En 2003 la compañía de seguros Swiss Reinsurance Company emitió el primer bono pandemia de la historia. La activación de los pagos estaba condicionada por el índice de mortalidad anual anual combinado de cinco países (USA, UK, Francia, Suiza e Italia). El Banco Mundial también utilizó los bonos pandemia mediante una emisión denominada “IBRD CAR 111-112”, se emitió en julio de 2017 y con fecha de vencimiento 15 de julio de 2020 para dar apoyo a un mecanismo creado por el Banco Mundial, el “Pandemic Financing Emergency Facility”.
Bono meteorito: La compañía United Service Automobile Association (USAA) emitió el primer bono meteorito en 2014, un bono catástrofe que cubría posibles caídas de meteoritos en Estados Unidos durante los cuatro años siguientes.